domingo, 30 de mayo de 2010

Al que no le guste que no mire



Dioses Nómadas V. Antonio Morales


Vivimos en democracia: la hermana hipócrita de la libertad.

Democracia significa no tener que asumir la decisión de la mayoría, pero sí tener que acatarla. Te permite pensar lo que quieras pero tienes que actuar conforme a una norma. Cuanto más normal seas, mejor. Defiende la diversidad, pero practica la igualación en detrimento de la equivalencia. Porque en nuestra democracia no todos valemos lo mismo.

"Tanto tienes, tanto vales". Si eres normal (posees gran cantidad de normalidad) vales más que si eres anormal (aunque nadie lo diga). Pero si, además de normal, tienes dinero, vales muchísimo más. También están socialmente aceptados los anormales con dinero.

Como, en la democracia, la información es poder, "vales más por lo que callas que por lo que hablas". Por eso los bocazas están en el limbo del valor (en todas sus acepciones). A los que anhelan más poder les conviene que existan.

El "ábrete boca y di lo que quieras" también está muy normalizado en la democracia y algunos lo practican con bastante habilidad y poca cabeza. Aún no se han dado cuenta de que: de padres presidentes que defienden la norma, salen hijas... anormales (sin ninguna connotación negativa: objetivamente, fuera de lo normal)

En democracia no se predica con el ejemplo; se dicen cosas que suenan muy bien, pero se hacen cosas que quedan mejor.

La Democracia nos acoge a todos en su seno, pero sólo maman los que pisotean a otros para ganarse su teta.

Pero como quiero terminar este artículo con un final feliz, veré lo más positivo de la democracia: la libertad de expresión. El derecho que tiene una persona a hacer daño a otra con sus comentarios por el simple hecho de que no practica la norma o simplemente porque le fastidia no ser o tener lo que el otro es o tiene, es decir, por envidia.

Y mi derecho a expresarme y a predicar con el ejemplo manifestándome pacíficamente tal y como soy. Y al que no le guste, que no mire.




Paris. Antonio Morales

Hoy no me avergüenzo de quien soy, ni por dentro, ni por fuera.
Gracias Antonio por ayudarme a ser mi propio Dios.

martes, 25 de mayo de 2010

Be water, my friend. Menos cuando vayas al inodoro

Recuerdo lo primero que me dijo mi terapeuta. Que era demasiado rígida e inflexible y que estas cualidades llevan a la ruptura fácil con el menor golpe.
Lo que duelen las verdades cuando no las quieres ver... Me sentó como un jarro de agua fría. Yo, que siempre había sido tan constante, que aspiraba a la integridad y la coherencia sobre todas las cosas, orgullosa de mantenerme en mis principios... y va él y me dice que lo que yo consideraba mi mayor virtud, era mi peor costumbre. Pero pensé: este hombre me acaba de dar el guantazo que llevo años pidiendo gritos _metafóricamente hablando, claro está_ Y me cayó en gracia a pesar de mi indignación.
Continué mucho tiempo erre que erre en lo mío, hasta cabezazos me he dado contra su mesa. He sido una paciente pesada, cooperativa, reacia, entregada... todo según el día. He abrazado los opuestos con una diferencia de horas o de minutos incluso.
Y aunque he aprendido a no basarme en el pasado, recapitular puede ayudar. El día que miré hacia atrás y vi ese comportamiento tan zigzagueante, me di cuenta de que si me comportaba como el cristal, era porque yo creía o quería ser así, porque en realidad, cambiaba constantemente. Era una chaquetera emocional que sólo se engañaba a sí misma.

Todos recordamos el famoso anuncio donde se mostraba un fragmento de la llamada Entrevista Secreta de Bruce Lee:
Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza, se convierte en la taza, si pones agua en una botella se convierte en la botella, si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede aplastar. Se como el agua. Amigo mío, el agua que corre nunca se estanca, así es que hay que seguir fluyendo

Pero él decía más: “Hay quien controla demasiado sus movimientos, pero con el exceso de control sólo se consigue estar demasiado preocupado por la ejecución.” En mi autocontrol, me olvidaba del presente, sólo estaba atenta al resultado, al futuro, no me paraba a relajarme y dejar fluir mi yo, sólo trataba de controlarlo, de que se pareciese lo más posible a la imagen que yo tenía de él, en lugar de escucharlo y dejarlo ser.
No me expresaba sinceramente. No es que mintiese, es simplemente que me ocultaba la verdad.
Bruce Lee criticaba los dogmatismos de las diferentes escuelas: creerse en poder de la verdad, sobre las artes marciales, enfrenta. Quien sigue una u otra escuela se convierte en un producto de esa escuela, mientras que lo idóneo es no tener un estilo, expresión siempre de un esquema cristalizado y estático, de esa manera, rechazando ser producto de un estilo, se entra en un proceso de crecimiento continuo.
Esto se podría aplicara a cualquier cosa, no solo a las escuelas de artes marciales.

Yo me atreví a añadirle una coletilla a su famosa frase hace unas semanas en el facebook, de ahí el título de esta entrada, un poco en tono de humor pero con ese fondillo de seriedad:
Sé agua y no tires tu vida por el retrete

jueves, 20 de mayo de 2010

El árbol del conocimiento del bien y del mal II: el nacimiento de la conciencia humana

Me gusta pensar que las religiones son versiones literarias deformadas que esconden la verdad, parábolas que muestran el comportamiento de las leyes o fuerzas de la naturaleza. Así que me adentro y analizo los llamados textos sagrados en busca de una versión menos interesada en controlar y más centrada en conocer o aprehender lo que nos mueve, lo que es la vida.
Retomando esa parte del Génesis _y ya bromas aparte_ de la creación del hombre y su posterior expulsión del paraíso, siempre he querido saber qué simboliza exactamente. Y últimamente, que tanto me cuestiono acerca de la conciencia y de cómo saber quien soy realmente, me da por pensar que nuestro mayor don es, a la vez, nuestro mayor castigo.
Lo primero que llama mi atención es la dualidad del creador manifiesta desde el principio.
Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó
En este caso sería una dualidad de género, pero también existe una dualidad cuando advierte que si comen del árbol
... sereis como dioses, conocedores del bien y del mal
y es precisamente esta dualidad la que nos da la conciencia, el acceso al conocimiento y la capacidad de valorar el presente y modificar el entorno.
La conciencia es el arma que la evolución depositó en la humanidad.
Por lo tanto, afirmar que el hombre fue creado a imagen y semejanza de dios no representa más que esa unión a nuestro creador con la que nacemos.
No recuerdo bien donde leí que al nacer, los bebés creen que forman parte de su madre, no distinguen entre ella y sí mismos, como si aún permaneciesen en el útero. Es luego cuando tomamos conciencia de nosotros mismos como ser diferenciado y repetimos el patrón bíblico: vamos hacia la separación, comemos la manzana.
Esa es la condena de dios: repetir una y otra vez esa fragmentación que nos desarrolló como especie _nos dio la capacidad para trabajar la tierra y explotar sus recursos_ y a la vez nos introdujo en un laberinto de posibilidades infinitas _Mazes_ y cuando morimos, volvemos a formar unidad con la naturaleza al desaparecer la conciencia individual _volvemos al paraíso o entramos en el cielo_
... hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado; porque polvo eres y en polvo te has de convertir
No es extraño que al sentirnos diferentes, nos invadan los sentimentos que experimentaron Adán y Eva: temor, vergüeza, sufrimiento...
para deshacernos de ellos sólo tenemos que buscar la unidad
Ahora recuerdo que en narrativa audivisual, una asignatura de la carrera, estudiábamos la teoría del fort da de Freud:
cómo se rompe o separa algo y luego vuelve a su ser para completarse

La libertad

Consciente de mi insignificancia dentro del universo, me siento grande por formar parte de él. Supongo que esto es la alegría de vivir.
No la reconozco porque nunca antes la había experimentado. Me he sentido mejor o peor; más o menos contenta, pero no así.
¡Qué triste! pensarán algunos. Pero yo les digo que no, porque mi vida es ahora y ahora soy yo y soy feliz.

"Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: si vosotros perseverais en mi doctrina, sereis verdaderamente discípulos míos, y conocereis la verdad, y la verdad os hará libres" Juan 8, 31 y 32

No es que me haya convertido de repente al cristianismo, pero cuando alguien, desde mi punto de vista, lleva la razón...

Para mí es como si me dijera: sé tú misma, actúa según lo que te dicte tu instinto sin aferrarte a lo que opinen, deseen o esperen los demás (que no es lo mismo que no tenerlo en cuenta o no buscar ayuda o consejo) y experimentarás la verdadera libertad. Así, nada externo te perturbará .
Si nada ocultas, nada temes.

Creía que los lazos de unión limitaban o coartaban mi libertad; pero, en realidad, es el anhelo de separación lo que me esclavizaba.

Ahora creo que ser libre es estar en paz con uno mismo y esto te lleva irremediablemente a estar en paz con el resto del mundo. Porque no se trata de estar exentos de necesidades, sino de estar atentos a cuáles son en cada momento y hacer lo posible por satifacerlas. Desde este estado, me siento más capaz para, no enfrentarme sino reconciliarme, unirme al mundo sin rencores, sin frustaciones, sin miedo...

lunes, 17 de mayo de 2010

Punto de Fuga

Hoy me he alejado un poco para observar el cuadro que estaba pintando y me he dado cuenta de que le falta mucho aún para estar terminado.
De hecho, me estoy planteando añadirle elementos que antes tenía descartados y que no me atrevía a intoducir.
Y es que no convertiré el punto de fuga de esta obra en un desague por el que desaparezcan los matices.

viernes, 14 de mayo de 2010

Pienso, luego me como la cabeza

Hoy, como mi cuerpo flojo no me deja hacer otra cosa, pienso, bueno, más bien metapienso porque pienso en el pensamiento, valga la redundancia.

Lo primero ha sido buscar definiciones y ya ha sido impactante ver que existen múltiples y todas poco concretas.

Actividad mental no rutinaria que requiere esfuerzo. A veces puede convertirse en algo compulsivo, incontrolable y agotador. Supongo que a esto se refieren quienes aseguran que no hay que dejarse arrastrar por los pensamientos sino que hay que usarlos como una herramienta más, como una de las muchas cualidades con las que nacemos y que nos ayudan a vivir o sobrevivir.

Esta me ha encantado: lo que ocurre en la experiencia cuando un organismo se enfrenta a un problema, lo conoce y lo resuelve. ¿lo resuelve? ¿y qué pasa cuándo el problema es el exceso de pensamiento? ¿piensas en cómo dejar de pensar y así lo resuelves... o lo empeoras?

Otra: actividad y creación de la mente cuya función más importante es la de resolver problemas y razonar. Pero claro, razonar no siempre implica una consecuencia lógica; un mal razonamiento sigue siendo un razonamiento. De hecho, las falacias no son sino razonamientos lógicamente incorrectos, no válidos aunque parezcan serlo. Sin embargo, un razonamiento falaz no tiene por qué llegar a una conclusión falsa; ni un razonamiento correcto a una conclusión verdadera. Las falacias lo son por un error en su procedimiento.

Madre mía ¿dónde me estoy metiendo que ahora no sé cómo salir o a dónde iba? Bueno sí.

Queridos lectores, no abusen del pensamiento y mucho menos en su última semana de vacaciones y con problemas intestinales: la diarrea puede convertirse en mental.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Practicando el amor

En el proceso de autoaceptación que inicié hace poco, no sólo se incluye el escucharme a mí misma. O puede que sí, pero una de las voces que oigo _en sentido figurado, por supuesto_ me habla del amor, de la unión.
Escuchar mensajes contradictorios desde que naces puede que no ayude mucho a elegir los que luego formarán parte de tu pripio mensaje:
lo importante es participar, pero no llegarás a ninguna parte si no eres competitivo
te querremos pase lo que pase; pero si triunfas, mejor que mejor
sé solidario pero que nadie te quite lo que es tuyo
no seas xenófobo, pero los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo
y así un largo etcétera de blancos y negros que habremos de ir mezclando hasta conseguir el gris.

Y en esas me encuentro ahora, buscando mi gris. Tratando de no convertir en una batalla personal cualquier ataque; practicando el puede ser como arma conciliadora; tratando de no convertirme en juez de nadie, ni de mí misma; bajándome y subiéndome del burro; encontrando un lugar para todo lo que antes no lo tenía; intentando comprender o acercarme a posturas que antes se me antojaban ridículas...
En definitiva, amando; pero amando de verdad; no desde el egocentrismo, sino desde la convicción, la comprensión y la aceptación.
Estoy renunciando al odio sistemático por lo que no he hecho mío; a quejarme por norma de todo lo que no es como yo quisiera; a maldecir impulsivamente los reveses; a creer que lo que conozco es lo único que existe; a la ley del mínimo esfuerzo; a buscar un culpable en lugar de soluciones; a generalizar según mis propios criterios; a intervenir para ayudar, es decir, a meter las narices donde no me llaman; a no conformame con basarme en la experiencia pasada para enfrentarme al futuro...
En mi nueva relación con la vida, he optado por el presente, de hecho, creo firmemente que no existe otra cosa más que el presente: el pasado ya no está y el futuro aún no ha llegado; es más, el pasado fue presente y el futuro lo será. No conozco más que el ahora, siempre es ahora. Y por lo tanto, cualquier cosa que quiera o necesite, ha de ser en este momento.
Pensar que lo bueno, la felicidad o la prosperidad ya vendrán, es vivir en un constante estado de insatisfacción. Esperar la recompensa futura, es vivir constantemente esperando y yo no quiero esperar más.
Así que he cambiado los deseos por prioriddes y la intransigencia por la comprensión.

Resumiendo: estoy aprendiendo a amar de verdad, aceptando sus partes positivas y negativas; asumiendo que amar al prójimo no es desearle lo que tú consideras lo mejor, sino lo que él quiere para sí, aun a pesar de que no salgas beneficiado.
Quizás mis lectores ya conociais ésto; yo lo había oído, pero no lo había practicado.

sábado, 1 de mayo de 2010

Por los fines de semana Hippie- Guarros

La pasada semana gané 8 euros en el sorteo de EuroMillones. Reinvertí y lo he perdido este viernes. Mi marido tiene que pagar una multa de tráfico escandalosa y el Ayuntamiento me reclama un pago por una inspección jamás realizada. Me he pasado el invierno con un agujero en el salón que ayer tardaron 5 minutos en solucionar y yo toda la tarde en limpiar.
Sin embargo mi vida no es un asco.
No me he comprado unas gafas color rosa, ni me he puesto una corona de miss con poderes lobotomizantes.
Tan sólo estoy aprendiendo a escucharme más a mí y menos al mundo.
Hoy se me ha ido un poco la mano en un comentario en otro blog, casi es más largo que la propia entrada... pero no me he dado cuenta; me he puesto a escribir y a escribir y bueno aquí os lo dejo:

Analizando la historia, o la prehistoria, dios no entra en juego hasta que el hombre pasó de comportarse como el resto de los animales _un ser vivo que se movía sólo por instintos_ a comportarse como un ser pensante.
Personalmente, creo que dios sólo existe en la mente de las personas y por lo tanto, me gusta afirmar que cada cual es su propio dios.
Cada persona elige una serie de ideas, normas de conducta, principios, valores… cosas que le ayuden a caminar porque, al haber perdido la capacidad de oir los propios instintos, necesitan una brújula, aunque sea artificial o inventada, para no perderse.
A esto me contestaron que no es lo mismo el dios que el hombre inventa a través de las religiones, al dios creador. Y estoy totalmente a favor de esto.

Distinguir entre el dios creador y el dios brújula es algo que me encanta:
el primero lo creó todo
y al segundo lo creó el hombre.
el primero no es nada más y por su puesto, nada menos, que el conjunto de las leyes naturales.
el segundo, normas artificiales, inventadas.
el primero es inmutable
el segundo, inestable y caprichoso.
el primero es el ser
el segundo, el puede.
el primero es libertad
el segundo, dependencia.
el primero es unión
el segundo, desacuerdo, discordia.
el primero es la fuerza
el segundo, el lado oscuro…
así que yo me quedo con el primero

El mismo opina que por culpa del pensamiento, el dios creador nos expulsó del paraíso cuando, según el génesis, optamos por desoirlo y desde entonces la vergüenza y el autojuicio nos invadieron.
Yo no creo que el dios creador desapareciese de nuestra vida, más bien nosotros decidimos dejar de percibirlo, abandonar el paraíso y mudarnos a un adosado con un gran garaje donde aparcar el monovolumen; donde la opinión del vecino cuenta más que la propia y el tamaño es lo que más importa.
Optamos por priorizar la distinción y sin embargo cada vez impera más la monotonía y esto se ha convertido en un círculo vicioso, porque nos hace sentir incómodos, anti natura, arrastrados… pero no pisamos el freno, nos dejamos llevar.
Anhelamos y soñamos con un paraíso terrenal lleno de felicidad, sin juicios, sin eternas y rivalizadas competiciones; pero en la práctica, a la hora de la verdad, ejecutamos el individualismo, el juicio severo y el autojuicio más severo aún.
La conciencia, entendida como ese angelito blanco que se posa sobre nuestro hombro, como esa voz interior que no para de rascarte, no es más que un síntoma de esta pandemia que padecemos: es nuestro instinto, nuesto GPS gritando a voces que no es el camino correcto hacia el paraíso.
Pero hemos decidio ignorarlo colectivamente.
Preferimos tirar de tarjeta de crédito e irnos a un spa, que no es más que una copia artificial de lo que la naturaleza te ofrece gratis, pero claro, no viste tanto; antes que irnos a una hermosa playa, quitarnos el bañador y dejarnos llevar por las olas.
Preferimos pasarnos un rato de playa observando cuán bronceados estamos y los efectos de la operación bikini, en lugar de escuchar el mar, observar cómo avanza el sol, jugar con la arena…
Para pasar un día de campo necesitamos reproducir en plástico todo el mobiliario que ya tenemos en casa.
Y si vamos a la nieve, sólo los niños se revuelcan por ella.

Nadie nos ha explusado del paraíso, nosotros lo estamos enterrando, olvidándolo en el fondo de nuestros trasteros interiores; dándole no un lugar secundario en nuestras vidas sino uno cuaternario si cabe.
Nuestras vidas se han converitdo en poemas épicos en los que las gestas públicas son más importantes que nuestro universo interior.
Hemos permitido que las ideas ajenas se conviertan en propias y lo que es peor aún, en moneda de cambio que gobierna la sociedad. Y aún así, las defendemos a capa y espada cuando, a veces, ni siquiera llegamos a asumirlas.
Es cierto que el humo que nos envuelve no nos deja ver, pero es que tampoco soplamos o abanicamos; simplemente nos acomodamos y no nos preguntamos si tras esa capa opaca habrá algo más… nos sentamos a esperar que otro la quite por nosotros. Pero el otro espera lo mismo de tí.
Y esta es la pescadilla que se muerde la cola

Que la fuerza os acompañe