jueves, 4 de noviembre de 2010

El Ser Creativo XI. Carl Honoré

"Si queremos vivir más profundamente, tenemos que vivir más despacio" es el lema de Carl Honoré, un periodista precursor del movimiento slow.

Comenzó con una broma muy seria, "mis amigos me dijeron que yo lo pasaría muy bien aquí en España, porque este era el país más lento de Europa, pero al salir del hotel una mujer casi me atropella porque conducía y miraba a su IPhone"

Se nos ha olvidado entregarnos al momento: comemos, trabajamos, disfrutamos, hasta dormimos con prisa y ¿sabeis lo peor? dos de cada diez personas interrumpen alguna vez el acto sexual para contestar al teléfono o responder un correo.

Está claro que estamos obsesionados con la inmediatez y que debemos dejar salir a nuestra tortuga interior para que equilibre un poco nuestras prisas. Honoré asegura que, según diferentes estudios, una comida slow no sólo ayuda a realizar una mejor digestión, sino que aumenta el placer sensorial y se obtiene un mayor provecho nutricional, así no sólo se favorecerá nuestro buen humor, sino que también estaremos más predispuestos a lo que venga.

También el trabajo, lejos de lo que pudiese parecer, se ve beneficiado por un ritmo más pausado: ralentizar de forma racional aumenta la productividad y la calidad del resultado. Las personas relajadas poseen una mayor capacidad de concentración real y resuelven de un modo más efectivo.

Algunas prácticas como el tai chi, yoga, pilates... en principio parecen estar pensado para abuelos que no esperan ningún resultado más allá de no oxidarse. Pues bien, su lentitud es la que hace que lleguen a ejercitar músculos que otros deportes no consiguen. Y es más, el nivel de concentración que requieren ayuda a que la mente también vaya más despacio y descanse.

En relación a temas tratados con anterioridad en el congreso, como la educación, habló de lo fundamental que es el movimiento slow para potenciar la creatividad de los niños. Al parecer, son justamente en los momentos de parón, de aburrimient, cuando surge la creatividad, la apacidad de inventiva en los niños para dar respuesta a esaa necesidad de algo que los distraiga o los entretenga.

El problema es que el constante bombardeo tecnológico nos está disminuyendo la capacidad intelectual; en concreto, su uso indiscriminado afecta un 10% más que un porro de marihuana.

Pero ser slow no significa ser lento, es más bien aplicar una velocidad apropiada, el tempo justo, sin fundamentalismos.

2 comentarios:

  1. La frase con la que cerras la entrada me parece el mejor resumen, no es ser lento, es aplicar la velocidad apropiada...
    Yo supongo que a vosotros también os ocurre que en muchas ocasiones a lo largo del día os sentís protagonistas de una peli de cine mudo, vamos por el mundo revolucionados, y lo que es peor, es que si decides bajarte de ese tren un minuto, luego para volver a subirte tienes que correr el doble, somos presas de nuestra propia construcción del mundo, la información a tiempo real, la producción a tiempo real, lo queremos todo y todo a tiempo real, no se me ocurren salidas de esta espiral de prisas que no sean traumáticas
    salu2

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  2. Qué razón llevas Mazes, cada cual tiene su tempo como cada alimento requiere su cocción diferente. Gracias por este resumen. Un beso

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